Tras dos derrotas al hilo, el equipo de Leo Gutiérrez visita a Bahía Básket por el Súper 20.
Desde las 21 de este miércoles, en el estadio “Osvaldo Casanova”, Peñarol intentará retomar el sendero de los buenos resultados cuando visite a Bahía Básket, por una nueva presentación en el Torneo Súper 20 de la Liga Nacional de Básquetbol, que nuclea a ambos conjuntos en el grupo D.
El “milrayitas” suma dos caídas consecutivas (Quilmes y Gimnasia de Comodoro) y ostenta un récord neutro -50% de triunfos-, ya que había arrancado la temporada con dos triunfos (en la Patagonia ante Gimnasia y en el Polideportivo frente a Argentino de Junín).
Por el impulso de aquel arranque, pocos imaginaban un presente en el que se han planteado algunas incertidumbres. No tanto por los resultados, sino por el funcionamiento.
Especialmente en el apartado defensivo, un rasgo en el que durante la pretemporada se había marcado como distintivo para esta nueva versión del “milrayitas”. Sin embargo, hasta aquí, los de Garay y Santiago del Estero han permitido 86,5 puntos de sus rivales (es la quinta peor defensa de la competencia).
El lado positivo -siempre lo hay- es que adelante se ha mostrado certero, con variantes y capacidad anotadora por encima de la media. Tendrá que optimizar el entrenador Leonardo Gutiérrez el equilibrio entre ese potencial ofensivo y los recursos para construir una defensa más confiable. La capacidad reboteadora de Ricardo Glenn es un argumento.
Acaso con el correr de los partidos se obtenga la coordinación necesaria para que los cambios de marca no le hagan pagar a los internos su falta de velocidad para equiparar a perimetrales rivales, una situación que fue bien capitalizada por Quilmes y por Gimnasia, en el Polideportivo.
Bahía Básket también tiene registro de 2-2. Inició con un amplio triunfo ante Quilmes, como local, luego cedió ambos en el ida y vuelta contra los comodorenses, y viene de ganarle bien a Argentino de Junín, en el “Casanova”.
Los dirigidos por Sebastián Ginóbili han jugado tres de sus cuatro partidos en casa y el de hoy será el cuarto. Para tener en cuenta de cara al tramo final de esta fase regular.
El uruguayo Luciano Parodi ha mostrado condiciones suficientes para llevar la base, el pivote estadounidense Anthony Johnson es una garantía en la pintura y Máximo Fjellerup, Facundo Corvalán y Santiago Vaulet aportan el impulso joven y de ADN bien argentino, en un plantel que se armó con ¡seis extranjeros!
Todavía el recorrido de la nueva temporada impide sacar conclusiones definitivas. Hasta ahora son indicios, señales que sirven para ir ajustando sobre la marcha. La cuestión es que como la fase regular es muy corta (sólo 8 partidos), si se pierde terreno de entrada, luego es muy difícil de recuperar.